La arquitectura del conocimiento es una técnica didáctica y del curriculum que pretende relacionar e integrar sin mezclar ni confundir, el triple proceso de aprendizaje cíclico: científico (inductivo-deductivo), constructivo-reconstructivo y significativo (supraordenado, subordinado y coordinado).
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Adicionalmente, la arquitectura del conocimiento incorpora la perspectiva teórica de Bruner, del aprendizaje por descubrimiento, que el autor enmarca en lo que denomina sistemas de aprendizaje: uno de ellos es el aprendizaje enactivo que se manifiesta cuando el estudiante aprende por medio de la precepción y la actividad; otro de ellos es el aprendizaje icónico, que se da cuando el estudiante se apoya en la imaginación y la representación mental; y finalmente el aprendizaje simbólico, que consiste en que el estudiante utiliza conceptos y símbolos. En el aprendizaje por descubrimiento también se considera el aprendizaje inductivo y el deductivo.
De esta manera, mediante la arquitectura del conocimiento se induce a construir escaleras que vayan desde los hechos a los conceptos, y de los conceptos a los hechos a partir de la representación mental y visual, lo cual facilita la comprensión, el almacenamiento en la memoria de largo plazo, y la oportuna recuperación de lo aprendido para su utilización. Esas escaleras constituyen la base de la memoria constructiva a largo plazo.
-Los mapas conceptuales son una organización cartográfica que se apoya en los conceptos próximos y en las experiencias de los alumnos. Es simple y visualizable y se recomienda contener pocos conceptos para favorecer la memoria visual.
Utiliza la conceptualización de la información próxima al alumno, la representación y la percepción de hechos, experiencias y termina en ejemplos. Surge de la red conceptual del tema y trata de profundizar en un concepto relevante de la información relacionándolo con la experiencia próxima al alumno. El mapa conceptual muestra una adecuada relación entre la percepción de un hecho, su representación y la conceptualización del mismo, relacionando las teorías constructivistas de Piaget y Bruner junto con las teorías conceptualistas de Ausubel. Es recomendable que sea elaborado por el estudiante, manipulando los conceptos para desarrollar su pensamiento divergente, reflexivo, creador y el sentido crítico.
-Las redes conceptuales son una organización reticular de los conceptos que al relacionarse y compararse entre sí, adquieren nuevos significados. Es simple y visualizable al contener pocos conceptos y favorecer la memoria visual. Utiliza la conceptualización de teorías y principios y la representación de la imagen visual y mental, para favorecer la memoria constructiva. Se crea una red por cada nivel de generalización de los conceptos y su elaboración le corresponde al profesor como experto en la materia para favorecer el aprendizaje significativo coordinado.
-Los marcos conceptuales son una organización que encuadra los conceptos relevantes de un tema y que a su vez, queda enmarcado en una unidad de aprendizaje. Deben ser simples y visualizables en mayor grado que la red conceptual. Utiliza la conceptualización de pocas ideas, teorías y principios con mucha representación mental, es la síntesis de las redes conceptuales de una unidad de aprendizaje y tema. El marco conceptual lo elabora el profesor como experto en la materia, para favorecer el aprendizaje significativo supraordenado y subordinado.
De esta manera, las redes, los marcos y los mapas conceptuales son una forma de imaginar los conceptos abstractos, situándolos en el espacio visual-mental. Esta interrelación estructurada, favorece la búsqueda de información pertinente y la comunicación de respuestas oportunas en el momento en que se necesitan, así como la integración de nuevos conocimientos y la transformación de lo aprendido.
Regresando nuevamente al “Modelo T” del cual se desprende lo novedoso pero también lo pertinente, es que da mucha importancia a las capacidades-destrezas y a las actitudes-valores y toma como medios a los contenidos y los métodos, y es precisamente en éstos últimos que encaja adecuadamente la metodología del aprendizaje colaborativo. Así, los tres cuadrantes del “Modelo T” pueden ser una realidad tangible cuando se integra a los métodos, el aprendizaje colaborativo.
Es por esta razón que el “Modelo T” justifica con mucho la integración del aprendizaje colaborativo, en virtud de que en la planeación de estrategias de este tipo, se toma en cuenta principalmente el desempeño del alumno de una manera integral, en donde también los contenidos y las estrategias son los medios para lograr desarrollar en él, sus capacidades, sus actitudes y sus valores, para enseñarle a aprender, y en donde se manifiesta abiertamente el proceso de aprendizaje-enseñanza en lugar de enseñanza-aprendizaje.
El “Modelo T” se enmarca y fundamenta en el paradigma socio – cognitivo y en los nuevos modelos de aprender a aprender como desarrollo de capacidades y valores.
También por su parte, el “Modelo T” se apoya en tres teorías fundamentales que son: la teoría del procesamiento de la información de Sternberg, la teoría del interaccionismo social de Feuerstein y finalmente la teoría de la Gestalt.
Comenzaremos por referirnos a estas últimas teorías de manera breve y posteriormente al modelo socio-cognitivo.
La teoría del procesamiento de la información de Sternberg contribuye al “Modelo T” para facilitar el procesamiento y la organización mental de todos los elementos básicos del curriculum. Su elaboración implica organizar y procesar las seis palabras que constituyen la base de una educación integral: capacidades, destrezas, valores, actitudes, contenidos y métodos, los cuales se articularán posteriormente en las actividades como estrategias de aprendizaje, considerando entre ellas una de las más importantes que es el aprendizaje colaborativo.
La teoría del interaccionismo social de Feuerstein en el “Modelo T” contribuye a seleccionar los elementos de la cultura social y de la Institución, donde las capacidades y las destrezas representan la inteligencia y el aprendizaje potencial, que serán desarrollados en conjunto con los valores y actitudes considerados como elemento afectivo, por medio de los contenidos y los métodos.
Por último la teoría de la Gestalt contribuye al “Modelo T” a ofrecer una visión global de la información curricular que proporciona una panorámica completa y equilibrada de una unidad de aprendizaje o tema.
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